Hoy en día, tenemos acceso a los videojuegos siempre que lo deseemos. En casa, podemos jugarlos en los televisores y en las computadoras. Cuando salimos, podemos jugarlos en nuestros teléfonos y tabletas. Para muchos, los videojuegos son una distracción entretenida e inofensiva de la vida cotidiana. Pero, para algunas personas, estos se pueden convertir en una adicción.