Salud Pulmonar

Esta es una inflamación de las vías respiratorias. Puede involucrar a su tráquea y sus bronquios. Estos son conductos que transportan el aire dentro y fuera de sus pulmones. Para algunas personas, la bronquitis puede convertirse en un problema crónico.

Esta infección de las vías respiratorias superiores es más común en los niños pequeños. Produce una tos "perruna" y crea dificultades para respirar.

Esta es una enfermedad que afecta las glándulas mucosas y sudoríparas. Hace que la mucosidad que su cuerpo produce sea espesa y pegajosa. En sus pulmones, el moco pegajoso puede obstruir sus vías respiratorias. Esto hace que a usted le resulte difícil respirar. También facilita el crecimiento de bacterias. Esto puede provocar infecciones pulmonares frecuentes.

Esta es una enfermedad crónica y progresiva de sus pulmones. Involucra a los pequeños sacos de aire llamados "alvéolos" que están al final de las vías aéreas en sus pulmones. En los pulmones sanos, estos sacos se inflan y se desinflan cuando usted respira. Pero con el enfisema, las paredes de estos sacos se dañan. Los sacos comienzan a romperse. Esto interfiere con la capacidad de los pulmones para hacer circular el aire debidamente.

Esto sucede cuando los sacos de aire del pulmón se desinflan ya sea parcial o completamente. Estos no pueden llenarse de aire. Es posible que se llenen de líquido. Esto puede suceder con los alvéolos de una sola sección de su pulmón (al que denominamos "lóbulo"). O bien, puede colapsar todo el pulmón.

Esto sucede cuando se forma una acumulación de aire en el espacio entre la pared torácica y uno de los pulmones. La acumulación de aire presiona y fuerza aire de su pulmón. Y cuando intenta respirar, su pulmón no tiene espacio para contener el aire. Se ha colapsado.

Cuando respiramos, la sangre recibe oxígeno. Al mismo tiempo, elimina un gas de desecho llamado "dióxido de carbono". Cuando se sufre una insuficiencia respiratoria, este proceso no funciona como debería. Es posible que no obtenga suficiente oxígeno para satisfacer las necesidades del organismo. Es posible que no elimine suficiente dióxido de carbono de la sangre. A veces puede tener ambos problemas.

Esta es una situación potencialmente mortal. Ocurre cuando se respira demasiada cantidad de monóxido de carbono. Este es un gas invisible, que no tiene olor ni sabor. Al respirarlo, se va acumulando en el torrente sanguíneo. El monóxido de carbono ocupa el lugar del oxígeno y es transportado a todas las células del cuerpo. Estas células no reciben el oxígeno que necesitan. Pronto dejan de funcionar y mueren.